Crisis de 1907 y ciclo 1897-1908

Entramos ahora en la fase ascendente de un nuevo Kondratieff que durará de 1896 a 1920. La crisis de 1900 no representa más que un punto de inversión menor en la expansión americana de 1896-1907 mientras que representa un punto de inversión mayor en Alemania, Rusia y, en menor grado, en Francia y Gran Bretaña.

La prosperidad americana se extiende de 1896 a 1907 y se halla cortada por dos recesiones menores en 1899-1900 y en 1902-1904. Se puede pues contar un solo Juglar de 12 años en los Estados Unidos entre 1896 y 1908, y dos en Europa. Las inversiones se orientan hacia la energía eléctrica, el teléfono, los ferrocarriles metropolitanos y la construcción naval. El movimiento de concentración y de cartelización de las empresas prosigue en los Estados

Estados Unidos y Alemania. La producción de oro aumentó a consecuencia del descubrimiento de las minas de África del Sur. Entre 1895 y 1913 el stock de oro mundial para fines monetarios aumentó en un 3,7% por año. La recuperación se anuncia en Europa a partir de 1905, y todas las ramas de la actividad económica se benefician de la expansión, pero los ferrocarriles han dejado de jugar un papel motor. En los Estados Unidos, la electricidad ha ocupado el primer puesto, pero el desarrollo de los ferrocarriles es todavía muy importante y atrae capitales europeos. Hay que señalar que la tracción eléctrica empieza a ser empleada con los tranvías. La industria química participa también en el crecimiento y hacen su aparición los primeros automóviles.

La crisis de 1907 es particularmente dura en los Estados Unidos, y las quiebras de bancos son numerosas. La estructura bancaria americana, fragmentada y exenta de Banco central, se muestra cada vez más incapaz de hacer frente a las necesidades de créditos en momentos de dificultad. Los banqueros americanos deben tomar prestados 36 millones de dólares en oro a Londres para paliar las consecuencias de la crisis, pero esta dependencia financiera del exterior, y de Londres en particular, se hace insoportable. En 1913, los Estados Unidos adoptaron finalmente un sistema bancario central: el Federal Reserve System.

Crisis de 1913 y ciclo de guerra 1908-1921

Desde 1910 los capitales se invierten en la industria y el sector del automóvil empieza a adquirir una importancia real. En 1909, Francia construye 45.000 vehículos y 91.000 en 1913. En el Este, la industria metalúrgica se desarrolla rápidamente: la producción de arrabio pasa de 360.000 t en 1909 a 5 millones de toneladas en 1913. Los gastos en armamento aumentan y estimulan la siderurgia. La economía alemana es particularmente próspera y el sector de bienes de equipo es ya bastante importante. Este sector será momentáneamente alcanzado por la crisis de 1913, antes de que la primera guerra mundial dé un nuevo empujón al conjunto de la actividad económica. Los Estados Unidos serán los grandes beneficiados de la guerra: de país deudor neto van a convertirse en el primer acreedor del mundo. A cubierto del conflicto, su economía funciona a plena capacidad para responder a las necesidades de los beligerantes. Alcanzada ya Inglaterra, la adelantarán para convertirse en el mayor país industrial del siglo xx.

El ciclo 1920-1929

Podemos considerar que el período 1920-1929 constituye un ciclo económico mayor del tipo Juglar comprendido entre dos crisis. Veremos que la depresión fue bastante sensible pero relativamente breve, y la expansión mucho más larga y muy palpable, al menos en los Estados Unidos. 1929 es una cumbre en la historia de la prosperidad americana y mundial.

La crisis de reconversión de 1920

La economía americana se benefició del impulso que las necesidades de guerra dan al aparato productivo, tanto entre 1914 y 1919 como entre 1939 y 1945. Mientras que los Estados Unidos salían reforzados del primer conflicto mundial, Europa tenía que levantarse de sus ruinas. Los Estados Unidos eran el primer país exportador de bienes y servicios y el primer oferente de capitales. Los años que siguieron al final de la guerra estuvieron marcados por los problemas de reconstrucción.

A principios de 1919 el gobierno americano crea la American Relief Administration con el fin de socorrer a los pueblos de Europa central amenazados por el hambre. En junio de 1939 las entregas americanas a título de ayuda del A.R.A. suman 1.214 millones de dólares. Alcanzan finalmente 1.415 millones de dólares que el 29% se pagan en divisas o en oro; el 63% mediante créditos; y solamente el 8% son donativos. Sin embargo, a raíz de la crisis de 1929 los créditos ya no reembolsará jamás.

De todos modos, la situación de Europa occidental es menos catastrófica y, a pesar de las necesidades de reconstrucción, el problema que se plantea es el de la reconversión de una economía de guerra en una economía de paz. En los Estados Unidos, como en Europa, se teme el paro como consecuencia de la desmovilización masiva. La disminución de las compras gubernamentales y el crecimiento de la oferta en el mercado de trabajo son motivos suficientes para provocar una recesión.

Estos temores no se cumplen porque el ahorro forzoso acumulado durante la guerra sirve para financiar las compras de bienes de consumo duradero destinados a rehacer las existencias de las familias. Frente a este verdadero boom de la demanda de bienes de consumo, particularmente notable en Gran Bretaña, las empresas no tienen ninguna dificultad en contratar inmediatamente a los militares desmovilizados. La demanda de bienes intermedios y de bienes de equipo aumenta por un proceso semejante de expansión inflacionista.

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