La ruptura aún genera efectos en el mercado y relaciones internacionales, que atraviesa cambios ante la adaptación de la decisión.

La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) se formalizó el 31 de enero de 2020 , y desde entonces se conoce como Brexit como Brexit. Se trata de un suceso que convulsionó la economía global y los mercados financieros europeos.
A cinco años de esta determinación económica y política, los efectos del Brexit siguen vigente planteando un nuevo escenario mundial, ya que afecta desde las cadenas de suministro hasta la regulación financiera.
Cómo afectó el Brexit al comercio y la inversión
En junio de 2016, Reino Unido aprobó la decisión de desprenderse de la Unión Europea.. Desde ese momento se transitó un período de adaptación con negociaciones respecto a nuevas relaciones comerciales, migratorias y políticas. La determinación se hizo efectiva el 31 de enero de 2020, rompiendo con los acuerdos establecidos.
El Brexit marcó una gran transformación en las relaciones económicas y políticas de Europa, que está cargado de incertidumbre, y reconfigurar las dinámicas tanto dentro del Reino Unido
como en el continente europeo.
En este sentido, el comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea sufrió una notable ruptura, que aún sigue vigente. Entre los cambios se destacan la introducción de controles aduaneros, barreras no arancelarias y nuevas normativas que generan cierto freno en los acuerdos comerciales y aumentan los costos empresariales.
En cuanto a la inversión extranjera directa, el Reino Unido se vio afectado al dejar de ser considerado como puerta de entrada al mercado europeo. Sectores como el automotriz y la tecnología redujeron o relocalizaron operaciones hacia otros países, y si bien se crearon nuevas oportunidades, también aumento la competencia.
Respecto a la política monetaria y la estabilidad financiera, se inició un periodo de incertidumbre en Europa. El Banco de Inglaterra debió encontrar la forma de equilibrar la inflación en aumento y la desaceleración económica, atravesada por los enfrentamientos comerciales.
Una situación similar tiene el Banco Central Europeo al deber gestionar la fragmentación financiera dentro del territorio, mientras busca mantener la unión entre los países miembros.
También, la volatilidad que se generó por el tipo de cambio de la libra esterlina frente al euro y al dólar estadounidense. Esta inestabilidad impactó tanto a inversores como a empresas con de talla internacional, generaron plantear nuevas estrategias para minimizar riesgos cambiarios.
En este escenario, la tecnología que ofrece la digitalización cumple un importante rol. El uso fintech, blockchain y automatización da un impulso para que las empresas financieras se con rapidez a los cambios regulatorios y a las demandas del mercado.
Asimismo, la creación de un entorno regulatorio más competitivo y la implementación de tecnologías avanzadas podrían colocar a Europa como un líder global en innovación financiera.
No obstante, esta división del mercado financiero que se presenta puede ser un factor que lleve a que la competencia se debite al contar con estructuras financieras globales. Además, se puede ver afectadas las medidas respecto a la regulación bancaria.
Por supuesto, que esta decisión de ruptura fue propicia para generar una transformación tanto en el escenario económico como financiero mundial , que generó una necesidad de tener nuevos enfoques innovadores y trabajo en conjunto para asegurar la estabilidad, pero impulsando el crecimiento para el presente y futuro.
