La digitalización trae consigo un nuevo modelo que podría dar un giro respecto a la respuesta ante la creciente inflación mundial.
La volatilidad económica es un factor presente en el escenario actual, por lo que las entidades económicas actúan en consecuencia. Por su parte, los bancos centrales utilizan herramientas tradicionales como las tasas de interés y la política monetaria para mantener controlar la inflación.
Pero el auge de la inteligencia artificial (IA) y los algoritmos avanzados traen consigo una propuesta en búsqueda de encontrar un equilibrio económico para la gestión de la inflación.
En este escenario, el especialista financiero Fernando Boudourian, aseguró que es de gran importancia el análisis de tendencias económicas para la toma de decisiones estratégicas.
La tecnología como regulador económico
Los avances tecnológicos irrumpieron en el mundo de la economía y finanzas mundiales. Herramientas como el machine learning y big data permiten que los modelos económicos sean más sofisticados, capaces de analizar un gran volumen de datos en tiempo real y poder prevenir efectos con precisión.
De aquí surge el concepto de una inflación programada que es basada en algoritmos. Con este modelo se busca que las políticas monetarias tengan ajustes automáticos mediante inteligencia artificial, reduciendo el riesgo de errores humanos y eliminando sesgos políticos.
Con esta propuesta, los algoritmos podrían evaluar indicadores como el consumo, la producción, los precios y los salarios en tiempo real, permitiendo respuestas monetarias instantáneas.
Si esto se ejecuta, podría transformar la manera de ejecución de las estrategias de los bancos, optimizando decisiones que se toman mediante base en datos objetivos, lo que genera una minimización de retrasos en la aplicación de políticas correctivas.
En esta situación, las entidades financieras comenzaron con la incorporación de la IA en su planeamiento de medidas económicas, ya que la automatización de políticas monetarias es su capacidad para eliminar la influencia política en la toma de decisiones.
Además, los bancos centrales que adapten este sistema algorítmico pueden operar de manera independiente, realizando un ajuste de tasas de interés y regulando la oferta monetaria con base en criterios económicos.
Sin embargo, estos modelos se ejecutan con IA usando datos históricos y patrones previos, y es precisamente esto un factor de vulnerabilidad ante situaciones inesperadas como son las crisis y ciberdelitos.
La economía algorítmica tiene la capacidad de brindar estabilidad y objetividad, pero el rol de la tarea humana es clave en la búsqueda de un resultado positivo ya que puede minimizar riesgos ante escenarios peligrosos.
La inflación programada en el que se utilizan algoritmos es parte de un desarrollo digital respecto a la gestión económica. Sin embargo, es en la combinación de inteligencia artificial y experiencia humana que se encuentra la clave para tener un resultado efectivo y preciso en un mundo cada vez más digitalizado.
Como así también el éxito de este modelo dependerá del rol de la tecnología y de la capacidad de los algoritmos para adaptarse a entornos inciertos y volátiles.