Apoyándose en la producción de bienes manufacturados duraderos, Hansen establece un cuadro en el que aparecen los puntos de inversión de la tendencia en los Estados Unidos. Los porcentajes de disminución de la producción de los bienes manufacturados duraderos en el curso de la depresión nos informan sobre su amplitud. Examinemos primeramente el ciclo que culmina en 1872-1873.
El índice de la producción de bienes manufacturados duraderos se eleva de 1865 a 1869; desciende entre 1869 y 1871, y de nuevo vuelve a crecer hasta 1872. La expansión dura, pues, 7 años, y es cortada por una depresión entre 1869 y 1871. A continuación, la depresión se prolonga durante cuatro años, de 1872 a 1876. Calculado de esta manera, el ciclo dura alrededor de 11 años y la depresión es particularmente profunda. La producción de bienes manufacturados duraderos se reduce en un 33% y habrá que esperar hasta 1878 para que esta producción alcance el nivel de 1872. Pero, sin embargo, no se logra el pleno empleo.
La expansión americana de 1865-1872 se caracteriza por una rápida extensión de la red ferroviaria que, de 49.310 km en 1860 pasa a 106.500 en 1873. Algo parecido ocurre en Alemania, donde se desarrolla la siderurgia aprovechando la anexión, en 1871, de Alsacia y Lorena y la indemnización francesa. Este flujo de capitales favorecerá la especulación en Berlín y en Viena, donde los valores industriales subirán rápidamente.
Pero la aceleración del movimiento especulativo no impide la debilitación de la producción y la reducción de los dividendos a partir de 1873. La crisis estalla en Alemania y en Austria a partir del mes de mayo de 1873, y en los Estados Unidos en septiembre de 1873, cuando la depresión ya es patente. La quiebra de una de las grandes casas americanas,”Jay Cooke and Co.”, no hace sino agravar el pánico. Inglaterra se ve sobre todo afectada por la reducción de sus exportaciones y por las retiradas de fondos líquidos en libras esterlinas, en poder de extranjeros.
Francia, al no haberse podido beneficiar de la expansión anterior a 1873, a causa de la guerra y de la derrota de 1870, escapa a este pánico y a la gravísima depresión que le sigue. Sin embargo, sufrirá los efectos de esta reducción de la actividad unos años más tarde. Recordemos que esta depresión mundial particularmente dura tiene lugar durante la baja Kondratieff 1873-1896.