La recuperación no se manifiesta en Europa hasta 1878-1879, mientras que en los Estados Unidos se inicia a partir de comienzos de 1877 y culmina en 1882. El índice de la producción de bienes duraderos se halla en esta fecha alrededor de 49 (1899=100; 1872=31).
De 1882 a 1855, los Estados Unidos sufren una depresión que no durará más que tres años. Este ciclo de 9 años se caracteriza, pues, por una expansión más larga que la depresión, a pesar de situarse en la fase de baja Kondratieff.
El auge de 1879-1882 es particularmente sensible en Francia. El aumento de las emisiones de valores industriales es verdaderamente espectacular, pasando d 350 millones de francos durante el primer semestre de 1879 a 1.748 millones durante el primer semestre de 1880, y a 4.000 millones para el total del año,33 Es un período de grandes obras públicas: el plan Freycinet prevé un gasto de unos 5.000 millones de francos con vistas a ampliar la red ferroviaria, las vías navegables y mejorar los puertos. Estos gastos deben repartirse entre los presupuestos de los años 1878 a 1890.
Además, la ley de 11 de junio de 1880 pretende alentar la construcción de ferrocarriles de interés local. Los bancos de negocios juegan de nuevo un papel muy activo en la atracción del ahorro familiar para invertirlo en la industria. La disminución del ritmo de las obras públicas y el crac de la “Unión genérale” desatan la crisis de 1882. Igual que en 1866, con Overend Gurney, y que, en 1873, con Jay Cooke, nos encontramos de nuevo con el naufragio de un gran banco. En su quiebra arrastra a un gran número de empresas industriales y de bancos de menor importancia. Sociedades de crédito que habían invertido imprudentemente en la industria, en adelante no serán más que bancos comerciales. Ésta es la decisión que adopta el Crédit Lyonnais a raíz de la retirada masiva de depósitos (alrededor de la mitad).
La bolsa de Nueva York es alcanzada por la crisis en 1884, y 404 bancos nacionales, sobre un total de 3.261, se ven arrastrados a la quiebra. En los Estados Unidos, como en Europa, el paro se extiende y la miseria vuelve a andar por sus fueros.
