El trabajo remoto atraviesa su mayor momento de adaptación y con ello se generaron cambios sociales de gran impacto.
El teletrabajo se convirtió en un concepto y práctica con un boom acelerado por la pandemia de coronavirus, cuando globalmente se tomaron medidas restrictivas de aislamiento, desde entonces el mundo laboral cambió.
Aunque se trata de una medida de emergencia, hoy en día se posiciona como una opción sostenida tanto para empleadores como para empleados. Y esta nueva dinámica está redefiniendo sectores claves, con respecto a la modalidad y tareas laborales, que podrían dominar en los próximos años.
La transformación de una estructura laboral consolidada
Términos como el teletrabajo y el homeoffice iniciaron una transformación en el ámbito laboral. Como primera instancia, se destaca que esta nueva práctica para trabajar generó un gran cambio en la dinámica de las ciudades, al reducirse la necesidad de desplazamientos.
Menos personas utilizando sistemas de transporte público y menores niveles de congestión vehicular llevó a los gobiernos locales y empresas a reconsiderar un nuevo diseño de la infraestructura urbana.
En esta línea, se han reducido espacios de oficinas o transformarlas en espacios compartidos, que solo son utilizados cuando hay necesidad de presencialidad, lo que impactó en el sector inmobiliario. También, se proponen ajustes en la planificación de transporte ante la disminución de su uso.
La descentralización urbana es otro de los aspectos destacados, ya que con la opción de realizar el trabajo en un hogar u otra instalación, motivó a muchas personas a mudarse de grandes ciudades a más pequeñas o a áreas rurales. Esto podría reducir la densidad poblacional en centros urbanos, pero también se requiere una nueva de infraestructura en sectores menos desarrollados.
Por supuesto que en este nuevo panorama la tecnología tiene un lugar de suprema importancia, ya que permitió esta transición, facilitando la comunicación con plataformas de videoconferencia, las herramientas de colaboración en la nube y con soluciones de ciberseguridad.
De allí se crearon nuevas necesidades, como es la conectividad rápida y confiable de banda ancha y tecnologías como 5G. Países y empresas están priorizando contar con una infraestructura digital para garantizar la participación y adaptación de los trabajadores.
Respecto a los cambios en el mercado laboral, hay implicaciones directas como es la globalización del talento, eliminando fronteras geográficas y también se abrieron las puertas a capacitaciones para puestos laborales adaptados a este escenario. También, se creó la necesidad de una adaptación a entornos virtuales y herramientas.
La flexibilidad laboral ya se posicionó como una norma, ya que los empleados valoran cada vez más la posibilidad de trabajar desde casa, o a cualquier parte del mundo, y poder tener horarios más flexibles, lo que podría convertirse en un estándar común. Asimismo, diversas empresas están evaluando ajustar los sueldos al costo de vida de la ubicación del empleado, en búsqueda de equidad y competitividad. Este nuevo escenario laboral, que se establece como norma en muchos sectores, generó nuevas tendencias ajustadas al contexto como son la concepción de cómo se sustentan nuestras actividades diarias.