El futuro del dólar digital y su posible llegada al mercado por Fernando Boudourian

Lanzar con una moneda digital propia es un proyecto por parte de Estados Unidos, cuestión que tendrá tanto un impacto local como global, si se desarrolla.

Las monedas digitales comenzaron a emerger en las finanzas de la mano de la era digital, como una innovación en cuestión de inversión, transformando el escenario financiero mundial. Por ello, diversas economías globales están en proceso de adaptación para su incorporación. Estados Unidos,  es uno de ellos con el desarrollo de un dólar digital.

Aunque fue emitido por la entidad emblemática como es la Reserva Federal,  sigue siendo un tema de intenso debate. A pesar del creciente interés en las  monedas digitales, aún existen desafíos regulatorios, tecnológicos y políticos, que podrían retrasar su adaptación en el corto y mediano plazo.

En este sentido, Fernando Boudourian indica que la digitalización en su totalidad está generando un cambio trascendental en la banca privada y la relación con los clientes.

El contexto global y el avance de las CBDC

Tras el boom económico que generaron las monedas digitales, ciertas potencias mundiales eligieron enfocarse en este aspecto. Por el momento, China lleva la delantera con el lanzamiento de su yuan digital, emitido por su banco central.

Por su parte, Europa sigue su camino con el proyecto de su euro digital,  y otros tantos países están en su prueba piloto para lograrlo, y tener un sistema de pagos moderno, mejorar la inclusión financiera y garantizar la soberanía monetaria.

Estados Unidos se encuentra en el momento que debe  definir  su postura respecto al dólar digital ante la importancia que tiene el aspecto digital y  teniendo como moderna oficial el dólar que es la moneda de reserva mundial, por lo que implica que cualquier cambio en su estructura puede tener implicaciones económicas y geopolíticas mundiales.

En 2022, la Fed lanzó Money and Payments: The U.S. Dollar in the Age of Digital Transformation, un informe en  el que analizaba los beneficios y riesgos de una CBDC estadounidense. No obstante, dejó en claro que la implementación de un dólar digital necesita la aprobación del Congreso, lo que conlleva un proceso complejo. 

Pese a que el camino, pareciera ser complejo, se trata de un proyecto que podría tener un gran impacto positivo en la economía estadounidense, y global. Su potencia incide en diversos factores como brindar eficiencia en pagos y liquidaciones, Inclusión financiera, preservación del rol del dólar a nivel global y  reducción del uso de efectivo.

Lo cierto es que el desarrollo de un dólar estadounidense no es inminente, pero el debate sobre  su implementación podrá intensificarse en los próximos años. La Fed aún evalúa su viabilidad sin comprometerse a un cronograma específico, mientras que el Departamento del Tesoro y otras entidades gubernamentales analizan y estudian su impacto en el sistema financiero, a nivel local y global.

No obstante es más probable que Estados Unidos elija enfocarse en reforzar las infraestructuras de pagos digitales existentes, antes de lanzar una su dólar digital en un futuro cercano

Lo cierto que.si otras potencias económicas afianzan sus propias monedas digitales y las integran en el comercio internacional, una nueva presión puede caer sobre EE.UU, cuestión que podría impulsar una decisión. 

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