Las medidas establecidas sobre las tasas negativas no solo impactaron en Asia. Un punteo sobre sus consecuencias.
Con la presencia de una inflación estructural y una presión del mercado, el Banco de Japón (BoJ) accionó con una decisión trascendental para su economía: ponerle fin a las tasas negativas. Hasta ese momento, la política monetaria del país fue ultralaxa, teniendo estas tasas de interés y un alto nivel de compra de activos, pero el escenario los llevó a cambiar sus estrategias.
Desde 2016, el BoJ puso una tasa de depósito del -0,1% como un plan financiero estratégico para estimular la economía , con el objetivo de evitar una espiral deflacionaria. No constante, la inflación superó el 2% del objetivo y en conjunto con una depreciación persistente del yen, las autoridades se vieron obligados a replantear sus estrategias y realizaron un ajuste en la política monetaria se ha vuelto ineludible.
Con el descarte de las tasas negativas se generó un efecto mundial, no solo impactó en la economía japonesa, sino que las consecuencias son a nivel global. Los mercados de divisas, los flujos de capital y el panorama de inversión global ya sienten el cambio.
Una decisión nacional con impacto mundial
Uno de los primeros efectos directos tras el ajuste en la política monetaria del BoJ es el sobre el mercado de bonos ya que con tasas de interés más altas, los rendimientos de los bonos japoneses aumentarán, cerrando la distancia con los bonos soberanos de otras economías avanzadas.
“El mercado de bonos sigue siendo una opción sólida para los inversores de largo plazo”, afirma el especialista Fernando Boudourian, sobre este instrumento financiero.
El efecto esperado es el de repatriación de capital, que se desarrolla cuando inversores japoneses que buscan rendimientos en el extranjero, debido a los tipos ultrabajos en su país, comienzan a redirigir capitales a activos domésticos.
Este proceso puede derivar en una presión en los rendimientos de los bonos gubernamentales en mercados de gran relevancia como son Estados Unidos y Europa, ya que los inversores institucionales japoneses, incluidos bancos, pueden reducir su deuda extranjera.
Las tasas negativas se convirtieron en un desafío para los bancos japoneses tras haber tenido márgenes de interés comprimidos por un tiempo prolongado. Con el lanzamiento de tasas positivas, se especula que habrá un aumento en la rentabilidad del sector bancario, y por consecuencia se evidencie una mejoría.
Esto puede derivar en un repunte en los valores financieros en la Bolsa de Tokio. Pero el aumento en los costos del crédito podría generar una desaceleración en la actividad económica doméstica, afectando el consumo y la inversión empresarial.
También, la volatilidad en los mercados de deuda podría ser un factor que genere cambios y un canal para aplicar un precio en los balances de los bancos con alta exposición a bonos de largo plazo.
Esta decisión del Banco de Japón también podría influir en medidas de otros bancos centrales, por ejemplo, la Reserva Federal y el Banco Central Europeo que actualmente llevan a cabo una evaluación sobre posibles recortes de tasas en deudas extranjeras.
El fin de las tasas negativas en Japón abre el camino para un cambio de paradigma en lo que respecta a la política monetaria global. A medida que el BoJ se posiciona con esta estrategia, los mercados deberán buscan un equilibrio en los flujos de capital, el mercado de divisas y las tasas de interés internacionales, para lograr cumplir con los objetivos.
Lo óptimo para lograr minimizar riesgos es que los inversionistas tengan acceso a información actualizada sobre medidas, seguimiento y evolución de la aplicación con los resultados, ya que esta decisión tendrá un evidente cambio en el panorama financiero global, y esto posibilita a la toma de determinaciones acordes al panorama.
Ahora que Japón impuso una medida histórica en su economía, el ámbito financiero global tiene que contar con una estrategia para estar listo para redefinir sus economías, ante el impacto de las medidas que se introducen en el continente asiático y pronto tendrá alcance mundial.
