Evolución de las estructuras económicas y relaciones económicas internacionales

El desarrollo industrial y la nueva economía dominante

Gran Bretaña ha sido la cuna de la civilización industrial y el primer país productor de productos manufacturados hasta fines del siglo xix. Con el abandono de las corn laws en 1846 eligió una política librecambista favorable al comercio exterior y a la división internacional del trabajo. Durante numerosas décadas importó productos alimenticios y materias primas necesarias para su industria al tiempo que exportaba productos manufacturados, incluidos bienes de consumo, a cuya cabeza estaban los textiles y los bienes de equipo. Mientras que su balanza comercial era regularmente deficitaria, su balanza de pagos corriente era excedentaria, lo que habría podido ser fuente de una gran escasez internacional de libras si Gran Bretaña no hubiese invertido importantes sumas en el extranjero. Los préstamos exteriores británicos, a largo o a corto plazo, fueron un factor esencial de equilibrio (o de reequilibrio) en los intercambios internacionales a lo largo de todo el siglo xix. La suma de los capitales invertidos por los británicos pasaba de 520 millones de libras en 1867 a unos 4.000 millones en 1912. El mecanismo de los pagos internacionales dependía de los préstamos a corto plazo de Londres y, en particular, de los créditos de aceptación y de descuento de los bancos especializados en la financiación del comercio mundial.

Sin embargo, el proceso de industrialización iba a transformar lentamente las relaciones de fuerza y el peso de los protagonistas de la economía mundial. El crecimiento de la producción no deja de modificar profundamente el marco socioeconómico. Las economías deudoras se van independizando a medida que se industrializan. Ayudadas por capital extranjero importan las máquinas necesarias para su desarrollo para acabar siendo competidoras del país prestamista. Es de este modo cómo, a finales del siglo xix, los Estados Unidos habían alcanzado y superado a Gran Bretaña en el campo de la producción de bienes manufacturados. En 1870, la producción del Reino Unido representa el 31,8% de la producción manufacturera mundial, pero esta cifra cae rápidamente al 19%a fines de siglo, al 14,1% en 1913, y se estabiliza alrededor del 9% entre 1926 y 1938. Durante el mismo período los Estados Unidos experimentan una evolución inversa y pasan a la cabeza de los grandes países productores. Del 23,3% en 1870, su participación en la producción mundial de productos manufacturados pasa al 30% en 1900, al 35,8% en 1913 y al 42,2% entre 1926 y 1929. La caída del 42,2% al 32,2% entre 1926-1929 y 01936-1938 se explica por la depresión que signo de maneras de 1929. Gran Bretaña deja de ser el único gran productor y la estructura del mercado mundial se modifica profundamente.

El mismo fenómeno se registra en la industria del carbón y en la siderurgia. En 1900, Gran Bretaña produce 225 millones de toneladas de carbón y exporta 44 millones, o sea el 19,5%; en 1937, la producción es de 240 millones de toneladas, y las exportaciones alcanzan los 40 millones de toneladas, o sea, el 16,5% de la producción tota. En 1913, el Reino Unido produce el 13,2% de la producción mundial de arrabio y el 8,3% en 1937. La disminución de las exportaciones es la causa principal de este declive. En 1913 el Reino Unido exportó 4.971.000 t de altos hornos en los países que eran compradores tradicionales de productos siderúrgicos británicos explica el cierre de mercados. Japón, Canadá, Australia, India y ciertos países europeos desarrollaron poco a poco su producción de hierro y de acero y fueron comprando cada vez menos en Gran Bretaña. Por todo ello se modifican las corrientes de intercambios internacionales.

Esta política, iniciada mucho antes de 1925, con vistas al retorno a la paridad de preguerra, provocó el descontento de los obreros y una ola de conflictos sociales, el más grave de los cuales fue la huelga general de mayo de 1926. 

Así pues, Gran Bretaña no se benefició de la expansión 1925-1929 porque la libra estaba sobrevaluada. Por el contrario, iba a poder atenuar los efectos de la depresión al abandonar el patrón oro y devaluar su moneda en septiembre de 1931.

Si los mercados exteriores del Reino Unido se reducen con la importancia relativa de la economía británica en el mundo, ésta absorbe una parte cada vez menor de las exportaciones mundiales. A principios del siglo xix, el 42%de las exportaciones mundiales iba a parar a Gran Bretaña. Hacia 1875 esta cifra es del orden del 25% y baja al 17% en 1913.Al mismo tiempo, los Estados Unidos van haciéndose cada vez menos dependientes de Europa. En 1870, cerca del 80% de las exportaciones americanas tenían como destino Europa: el 70% entre 1901 y 1910 y el 41,4% entre 1936 y 1940. Las importaciones americanas, de las que el 55,1% procedía de Europa en 1870, sufren el mismo movimiento de emancipación, puesto que entre 1936 y 1940 sólo el 25,3% de las importaciones de los Estados Unidos procede de Europa.

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