La intersección de estas dos estructuras financieras es sinónimo de un camino hacia el cambio de paradigma de la gestión.
La tecnología blockchain logró transformar cómo se conciben las transacciones, la gestión y el financiamiento, siendo que además de la tecnología como medio para el cambio, construyeron diversas herramientas y acciones para suplir las necesidades de los clientes.
Entre las iniciativas más disruptivas se ubican las Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAO, por sus siglas en inglés) y las Finanzas Descentralizadas (DeFi), conceptos que prometen redefinir la relación entre los individuos, las instituciones y los mercados financieros, creando nuevas oportunidades.
Cómo funciona una DAO y la DeFi, una alianza necesaria
Una DAO es una organización digital que opera de manera autónoma a través de contratos inteligentes en una blockchain, estos se ejecutan con acciones basadas en código predefinido, eliminan a los intermediarios tradicionales y permiten que las decisiones sean tomadas por una comunidad de participantes, a través de procesos democráticos y transparentes.
Esta perspectiva está redefiniendo la forma en la que las organizaciones pueden operar, dando un paso más en aquellas estructuras jerárquicas tradicionales. Pero se enfrentan a una falta de regulación y esto impacta en la ciberseguridad de las mismas, por lo que aún están en desarrollo.
En cambio, las Finanzas Descentralizadas (DeFi) son un sistema de aplicaciones financieras que operan en blockchain, permitiendo a los usuarios acceder a servicios como préstamos, intercambios y seguros sin necesidad de intermediarios tradicionales.
El sencillo acceso es uno de los aspectos más relevantes para los usuarios de las DeFi y la característica que impulsa su popularidad, ya que cualquier persona con conexión a internet y una billetera digital puede participar, democratizando el acceso a herramientas financieras.
La unión entre las DAO y las DeFi representa una de las áreas con más impacto para el futuro de la descentralización. Diversos proyectos DeFi, están gestionados por DAO, donde las decisiones estratégicas y operativas se toman colectivamente, y no solo refuerza una finanza descentralizada, sino que incentiva la participación activa de los usuarios.
Además, la adopción de mecanismos de gobernanza descentralizada en DeFi podría mejorar la transparencia y reducir los riesgos asociados con la centralización, como fraudes o manipulación del mercado.
No obstante, equilibrar la inclusión y la eficiencia en la toma de decisiones es uno de los desafíos de esta intersección. Sin embargo, para las inversiones los DAO y las DeFi representan un mercado atractivo para capital de riesgo e inversores institucionales.
En este sentido, las DAO y las DeFi no solo desafían las estructuras financieras tradicionales, sino que también abren nuevas puertas para la inclusión, la innovación y la eficiencia, lo que podría generar un cambio de paradigma en cómo se gestiona y participan en la economía global. Una vez más, esta convergencia, muestra la gran capacidad de la tecnología y sus múltiples combinaciones. La tecnología blockchain, y su impacto, podría ser tan revolucionario como el del internet en su época.