Crisis de 1847 y ciclo 1842-1848

Se trata del tercer Juglar situado en el trend a la baja Kondratieff (1815-1848). Gran Bretaña experimenta una primera crisis financiera menor en 1845, pero hay que esperar hasta 1847 para que la crisis mayor tenga lugar a la vez en Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos.

La expansión de los años cuarenta se caracteriza todavía, tanto en Francia como en Inglaterra, por inversiones masivas en los ferrocarriles. En Francia, la ley de 11 de junio de 1842 coordina los esfuerzos del Estado, de las autoridades locales y de la industria privada. En 1847, se construyen 1.247 km y otros 2.433 km se hallan en construcción, están concedidos o adjudicados. 

En la bola se eleva el curso de las acciones de ferrocarriles y se desarrolla un movimiento especulativo. Inglaterra conoce durante este periodo el mismo entusiasmo por la construcción de líneas férreas, y este boom de las vías de ferrocarriles viene acompañado por una fuerte corriente especulativa. A fines de 1843 se han construido en Gran Bretaña 3.120 km de vías férreas y en 1850 la longitud de la red se ha más que triplicado y alcanza los 10.590 km. La atracción de este sector es tal que las inversiones exteriores británicas se ven momentáneamente frenadas.

La industria metalúrgica se beneficia de este desarrollo y la producción de arrabio se duplica entre 1842 y 1847, pasando de 1 a 2 millones de toneladas. Desde 1845, Inglaterra atraviesa una primera crisis caracterizada por una baja de los precios y un aumento del paro. El sector del carbón se ve particularmente afectado como consecuencia de la disminución de las compras de la industria.

Las estadísticas financieras señalan una crisis menor en 1845 y una crisis mayor en 1847. La política monetaria no se hace restrictiva hasta 1845: el tipo de descuento del Banco de Inglaterra se eleva del 3,5% en 1845 al 6% en 1847, mientras que el tipo de interés del mercado monetario pasa del 2,96% al 5,85% entre ambas fechas. Este período está marcado por un acontecimiento monetario importante: la adopción de la Bank Act en 1844.

Representa el triunfo de la escuela recordaba (currency school) en el debate sobre la emisión de billetes del Banco central. El Banco de Inglaterra deberá emitir billetes con un encaje oro del cien por ciento. Pero Peel puso cuidado en distinguir el “departamento bancario” y el “departamento de emisión”. Al no poderse aumentar el número de billetes en circulación se recurre al crédito de los bancos comerciales de manera que, de junio de 1844 a marzo de 1846, el volumen de letras descontadas pasa de 2 millones de libras a 10 millones. La especulación se desencadena alrededor de las acciones de ferrocarriles y en 1845 estalla en Gran Bretaña la primera crisis a consecuencia de tensiones en el mercado monetario y de la adopción de medidas restrictivas por parte del Banco de Inglaterra.

La crisis de 1847 alcanza Londres y París. Desde comienzos de 1847 las reservas de oro de Francia e Inglaterra disminuyeron. El Banco de Inglaterra eleva su tipo de descuento, escalonadamente, del 3 al 6% entre enero y julio de 1847, y decide limitar cuantitativamente sus operaciones de redescuento. Esta política restrictiva no puede hacer otra cosa que precipitar la crisis y ahondar la depresión. Su objetivo fundamental es el de bloquear las exportaciones de oro hacia los Estados Unidos. Los últimos días de 1847 están marcados por un elevado número de quiebras, debido a que los bancos no pueden emplear el redescuento para ayudar a sus clientes a hacer frente a sus vencimientos. Se precisará de la intervención del primer ministro, en octubre de 1847, para que el Banco de Inglaterra suavice algo sus restricciones.

En Francia, la evolución de la crisis es idéntica: retirada de los depósitos, quiebras, elevación del tipo de descuento del Banco de Francia. Uno de los mayores bancos franceses, la “Caisse du Commerce et de l’Industrie”, fundada en 1830, se declara en quiebra. 

Un gran número de bancos provinciales hacen suspensión de pagos. A raíz de estas dificultades, el gobierno crea un Banco Nacional de Descuento en cada gran ciudad, con el fin de facilitar las operaciones de crédito. La firma de este Banco, más la del librador y la de librado, permitirán el redescuento de letras en el Banco de Francia que, de este modo, ofrecerá más fácilmente su ayuda financiera al conjunto del sistema bancario.

Se hunde el curso de las acciones de los ferrocarriles y disminuyen los precios, los beneficios y los salarios. Jean Lescure, al describir la situación social,precisa:

“También las clases obreras sufrieron una dura prueba, tan dura incluso que esta crisis fue la señal de los movimientos populares un poco por todo el país: en Inglaterra representa el renacimiento del chartismo; en Francia, es la revolución, de carácter netamente obrero y socialista, de 1848”.

El desempleo es muy grave en ambos países como consecuencia del paro en la construcción de ferrocarriles. La causa principal de la revolución de 1848 es la miseria de los obreros.

Crisis de 1857 y ciclo 1852-1861

A partir de 1848 se entra en la fase Kondratieff de alza de precios que coincide con un aumento considerable de la producción de oro en el mundo. Las minas de California fueron descubiertas en 1849 y las de Australia en 1851. La producción mundial, que era del orden de las 55 t en 1850, pasó a las 200 en 1851-55. Los inversores británicos fueron atraídos por los Estados Unidos y Australia mientras que la oferta de dinero se hacía más abundante en un sistema monetario metálico. Resurge la construcción de ferrocarriles y también la construcción naval, fomentada por las inversiones exteriores de capital. 

Es también la época del desarrollo del telégrafo y de las grandes obras de urbanismo. Sobre el territorio de los Estados Unidos aparecen las grandes ciudades y el Segundo Imperio rejuvenece el aspecto de París. La corriente sansimonismo sacude el mundo de los negocios francés, y los hermanos Péreire fundan el “Crédit mobilier”en 1852. Este primer banco de negocios adquiere participaciones en los ferrocarriles, los canales, tanto en Francia como en el extranjero. Los banqueros alemanes imitan esta técnica.

El auge va a continuar desde 1852 hasta 1857, y el boom que precede a la crisis de 1857 es verdaderamente mundial. Los precios, los beneficios, los salarios nominales, el curso de las acciones de las sociedades mineras y de las sociedades constructoras de ferrocarriles aumentan de manera notable y la especulación no hace sino acelerar los movimientos al alza. Los primeros signos indicadores de la terminación del auge aparecen con la disminución de los beneficios en la explotación de las minas de oro y de ciertas líneas de ferrocarril. El aumento de los costes de producción deja sentir sus efectos en el momento en que se debilita la demanda, y las minas de oro son cada vez más difíciles de explotar.

Los ferrocarriles son los principales afectados, tanto en Inglaterra, como en Francia y en los Estados Unidos. Las industrias del carbón y de la siderurgia reciben el impacto de la desaceleración en la construcción de las líneas de ferrocarriles. La depresión se propaga siempre en forma de reacciones en cadena debido a las interdependencias entre los diversos sectores de la actividad económica. Los altos hornos se apagan, el paro se extiende, las quiebras se multiplican. La depresión es mundial. 

El 22 de agosto de 1857 es un día de verdadero pánico en Nueva York, y numerosos bancos suspenden sus operaciones. Las dificultades bancarias no perdonan ni a Inglaterra ni a Francia: en octubre de 1857 el Banco de Inglaterra aumenta su tipo de descuento al 7% y el Banco de Francia al 7,5%. Esta política monetaria frena las salidas de oro y tiende a restablecer la confianza en la moneda. Los valores industriales se han hundido y los fondos estatales se convierten en el refugio del ahorro.

El auge ha durado alrededor de cinco años, de 1852 a 1857, y la depresión no ha durado más que tres años, hasta 1860. Nos hallamos en una fase de alza de precios Kondratieff.

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