Un punteo sobre los posibles escenarios que se pueden dar ante el constante desarrollo de estas entidades.

En el panorama económico mundial, las “empresas zombies” atraviesan un periodo de auge que genera preocupación para analistas y reguladores financieros. Al depender de financiamiento externo, no son generadoras de grandes ingresos, necesarios para cubrir el pago de intereses de su deuda.
Esta característica de su funcionamiento es la que genera diversos planteos en lo que respecta a un equilibrio y la estabilidad del sistema financiero. En este sentido, el especialista financiero Fernando Boudourian afirma que el análisis e investigación de tendencias económicas es crucial para la toma de decisiones estratégicas.
Las empresas zombies, un crecimiento que preocupa
Las empresas zombies registraron un crecimiento en la última época. Un entorno de tasas de interés ultra bajas y una política monetaria expansiva, combinado con las medidas de estímulo que implementaron los bancos centrales tras la crisis financiera de 2008 fueron las motivaciones para este aumento.
Además, esta postura se reforzó tras la pandemia de COVID-19 con paquetes de ayuda y líneas de crédito, que permitieron a muchas empresas evitar la quiebra. Este crecimiento se da, sobre todo, en economías desarrolladas como son las de Estados Unidos y Europa, y se sostienen ante un acceso sostenido a financiamiento barato.
Pero el crecimiento desequilibrado de las empresas zombies, además de ser una oportunidad para inversores, tiene una mirada negativa al poder ser protagonistas de un riesgo sistémico. La distorsión en la asignación de recursos, la fragilidad bancaria, efecto arrastre en los mercados financieros, generando volatilidad en los mercados y riesgo de un efecto dominó en la economía por quiebras, son algunos de los aspectos negativos que pueden causar.
En este sentido, el futuro de las empresas zombies se ve relacionado directamente con la evolución de la política monetaria global. Con la inflación en aumento, muchos bancos centrales eligen endurecer sus políticas, elevando las tasas de interés.
Esta nueva realidad podría poner en evidencia la fragilidad de muchas compañías que dependen del crédito barato para subsistir. En cuanto a la cuestión fiscal, algunos gobiernos evalúan la efectividad de sus programas de apoyo a empresas, especialmente esas que muestran una baja probabilidad de recuperación.
Por ello, es necesario una selección de empresas viables para recibir financiamiento público para evitar una mayor proliferación de zombies corporativos.
Además, del fortalecimiento de los criterios de financiamiento, incentivos a la innovación y la reestructuración y supervisión preventiva son algunas de las medidas a aplicar para minimizar el impacto negativo de las empresas zombies en la economía. Apuntar hace un aumento de la productividad y la resiliencia del sector corporativo se convierte en una prioridad.
Pero también, el proceso de ajuste debe ser gestionado con cuidado para evitar interrupciones graves en los mercados y en lo que respecta a los puestos laborales. Por ello, la regulación financiera, incentivos a la productividad y una política fiscal selectiva son de gran importancia para garantizar un escenario económico equilibrado.
