Para F. J. Turner, el Oeste explicaría toda la historia americana y la noción de frontera permitiría analizar la evolución económica y política de los Estados Unidos. Esta tesis data de 1893, y si a muchos autores les ha parecido demasiado exclusivista, posee el mérito de ofrecer una verdadera filosofía de la historia. El amor por la libertad y la democracia serían una herencia del individualismo y de la sociedad democrática del Oeste. Turner estimó que la época colonizadora era el punto de partida que había gobernado toda la evolución posterior. La conquista de la frontera-que podría ser un desafío según la interpretación de Toynbee modeló el carácter americano.
Sin embargo, la ampliación territorial y la apropiación de las tierras no siempre tuvo lugar según procedimientos democráticos y liberales, y las poblaciones obreras no siempre tuvieron la posibilidad de evadirse hacia la frontera para escapar a los abusos del capitalismo naciente. Turner expuso una especie de teoría de la “válvula de seguridad”: “Desde el momento en que las condiciones sociales tendían a cristalizarse en el Este, cada vez que el capital intentaba explotar la mano de obra o que las limitaciones políticas restringen la libertad de las masas, existía esta barrera abierta hacia la libertad de la frontera… Los hombres no iban a aceptar unos salarios menores y una posición permanente de subordinación social cuando no tenían más que pedir esta tierra prometida de libertad y de igualdad para obtenerla”.” Pero, tal como hemos señalado al hablar de los inmigrantes, resulta poco probable que los obreros menos favorecidos de Nueva Inglaterra hubiesen poseído los medios para partir a la conquista del Oeste. Sin embargo, desde el punto de vista global, una gran parte de la población activa era atraída hacia la frontera y, a pesar del espectacular aumento de la población, la oferta mano de obra industrial se veía disminuida en aquella cantidad. Esta es la razón por la que la industria americana no pudo emplear, como en el caso de Europa, una mano fichando un poco, no es inexacto decir que la escasez relativa de la mano de quinaria está cada vez más perfeccionada. Por esta razón, la acumulación del capital eficiente fue mucho más rápida en los Estados Unidos que en Europa.
trial, el Oeste agrícola y el Sur productor de algodón. El desarrollo del Oeste siglo xix, antes de la construcción de los ferrocarriles y los canales, el Oeste vendía sus productos agrícolas a los Estados del Sur utilizando las vías fluviales-Misisipí y Ohio. Al mismo tiempo, el Sur exportaba su algodón hacia el norte del país y hacia Europa. La construcción del canal Erie que une el lago Erie y el Hudson (1817-1825) y, ulteriormente, la construcción de las líneas ferroviarias, facilitaron los intercambios entre el Oeste y el Este.
En el plano de las ideas políticas, los hombres del Oeste fueron a la vez nacionalistas y demócratas. Querían defender su libertad preservando sus nuevos Estados de la injerencia del poder federal, y no hay que buscar mucho en la historia contemporánea de los Estados Unidos para encontrar las huellas vivas de esta herencia del Oeste. Los defensores de un poder federal fuerte se encontraban entre los comerciantes y los industriales del Este.
La asignación de las tierras se llevó a cabo según la “Gran Orden del Noroeste” de 1787. Sería imposible dejar en el olvido una legislación que contribuyó poderosamente a mantener la unidad de la Unión a medida que aumentaba el número de Estados. Al defender los derechos fundamentales de la persona humana-abolición de la esclavitud, derecho de propiedad, libertad religiosa-aquel cuerpo de leyes no pudo menos que favorecer el gran movimiento hacia el Oeste. Recordemos sus aspectos esenciales: es el poder federal quien organizaba la cesión de las tierras vírgenes del Oeste, y no los nuevos Estados. Estas tierras fueron vendidas al principio en parcelas demasiado grandes (alrededor de 250 ha), a pesar de su precio relativamente módico, para que los colonos pudieran comprarlas. Este hecho favoreció la especulación y poco a poco se fue mejorando el sistema para permitir un acceso más amplio a la propiedad. Los colonos se encontraban a menudo con la desagradable sorpresa de, después de haber ocupado y roturar las tierras, verse desalojados de ellas por las tropas federales al haber sido vendidas éstas sin su conocimiento a otros compradores más ricos o a especuladores. El derecho de opción fue acordado en 1841 poniendo fin a esta injusticia. De esta fecha en adelante los ocupantes podían comprar la tierra que cultivaban al precio mínimo fijado por el gobierno sin que pudieran interferir terceros. Finalmente, la Homestead Act de 1862 concedió tierras gratuitamente a los pequeños colonos.
La orden de 1787 preveía también las condiciones requeridas para que un nuevo Estado pudiese entrar a formar parte de la Unión y enviar sus representantes al Congreso. La condición principal se refería a la población: para que fuese constituido un nuevo Estado era indispensable que la población masculina alcanza el mínimo de 5.000. De esta manera se constituyó en 1792 el estado de Kentucky, el de Tennessee 1796, el de Ohio en 1803. A medida que se avanzaba hacia el Oeste los indios fueron inexorablemente rechazados a las reservas o diezmados. En 1826, el gobierno federal decidió rechazar todos los indios al oeste del Misisipí. Pero los Estados Unidos no iban a limitar su expansión a los territorios del Noroeste; a Jefferson la Luisiana, que España acababa de entregar a Francia. De esta manera quedaba abierta, al sur, la ruta hacia el puerto de Nueva Orleans y, al norte, hacia las montañas Rocosas. Por 15 millones de dólares los Estados Unidos acababan de doblar la superficie de su territorio. En 1819 se compró Florida a España por 5 millones de dólares. En 1845, Oregón, situado en el noroeste y alcanzando hasta el Pacífico, fue arrebatado a Inglaterra bajo el empuje colonizador americano y por vía diplomática. El mismo año quedó anexionado Texas. Tras una guerra con México, este país se vio obligado a ceder Nuevo México y California por 15 millones de dólares. En 1853, una compra complementaria de 10 millones rectificó la frontera con México al oeste del río Grande. Así quedaba constituido el territorio de los Estados Unidos, del Atlántico hasta el Pacífico, con una extensión de 7.800.000 km”, es decir, 14 veces mayor que Francia. El gran movimiento hacia el Oeste, junto con el mito de los recursos ilimitados es la misma historia de los Estados Unidos. Se comprende que cierto economista americanos hayan visto desvanecerse, con la desaparición de la frontera, las ocasiones de invertir. Pero el espacio no pertenece solamente a la geografía, y la noción de frontera económica es más importante que la delimitación del “espacio banal”. El presidente J. F. Kennedy lo había comprendido perfectamente al proponer a su país la conquista de nuevas “fronteras” hacia las cuales permite encaminar el progreso técnico de este siglo. La “frontera”, para los americanos, no tiene solamente el valor de una imagen de Espinal.