El crecimiento económico global se desarrolla con la participación de los países en la comercialización; sin embargo, algunas economías tienen una mirada distinta y actúan con base en ello.
Históricamente, desarrollar comercio internacional es clave para incrementar el crecimiento económico global, desde la revolución industrial en adelante. No obstante, la economía de los países han atravesado cambios significativos , que tienen implicaciones en este sentido, con una clara necesidad de transformación.
Los avances tecnológicos, la liberalización del comercio, la integración de mercados y la creación de acuerdos comerciales multilaterales, dieron paso a un cambio en los negocios implementados con la globalización. Por ello, el periodo de adaptación ha comenzado como se ha desarrollado a lo largo de la historia.
Del mercantilismo al libre comercio, la evolución de un negocio global
El comercio internacional tiene como base permitir a los países realizar exportaciones e importaciones de diversos productos. Pero este tipo de comercialización, que tiene una amplia mirada positiva, muestra también una faceta de desafíos para las economías locales, que se exponen a una baja de ventas.
Desde el mercantilismo de los siglos XVI al XVIII, en el que el objetivo era acumular riquezas con la exportación de productos hasta la era moderna del libre comercio, el comercio internacional atravesó facetas distintas, con diversos objetivos, pero pensados con potestad de las regiones. Con la inserción de la tecnología en el comercio aumentó la búsqueda de la independencia económica entre los países.
En este sentido, permitió que muchas economías se especializan en la producción de bienes y servicios, impulsando el crecimiento económico y la eficiencia, como así también la expansión de empresas y la creación de puestos laborales. No obstante, este avance no fue igual para todos los países, algunos tuvieron caídas en producciones por la competencia y las desigualdades regionales.
Impactos en las economías locales
La participación de un país en el comercio internacional puede significar que las economías locales atraviesen un crecimiento y desarrollo, sin dejar atrás diversos desafíos para que esto ocurra.
Para cumplir con estos objetivos, las economías locales atraviesan diversos cambios en sus funcionamientos, como es realizar una especialización en producción de sectores específicos para afianzarse en un mercado con demanda. Muchas religiones lograron impulsar sus negocios. Pero también, esto puede crear una dependencia de exportaciones, por ejemplo, de materias primas, qué combinado con la inestabilidad económica mundial puede afectar al comercio.
En esta línea, la competitividad entre los países creció notablemente, sobre todo con la inserción de nuevas tecnologías y la transferencia de conocimientos. Esto se convirtió en un desafío, especialmente para pequeñas y medianas empresas, que enfrentan dificultades para competir con las internacionales.
Se indica que en este sentido se agudiza la desigualdad económica, entre los países. Pero también entre las regiones dentro de un territorio, cuestión que se considera un tanto negativa para un país, por zonas que quedan rezagadas y pueden generar tensiones sociales y políticas.
En tanto, el comercio internacional continúa siendo una clave para el desarrollo global y un desafío para las economías locales, para adaptarse a las nuevas realidades y contextos. En este sentido, las decisiones gubernamentales serán claves para equiparar las economías locales.