Un nuevo modelo de gestión de finanzas revolucionó el mercado. La era digital pisa fuerte en este aspecto y en 2009 se dio un nuevo paso con la creación de la primera criptomoneda, el Bitcoin. Su innovación fue tal, que se adaptó a nivel mundial y lo que comenzó con una sola opción, hoy cuenta con más de 9,000 tipos de estas monedas en el mercado.
Según información brindada por Crypto.com, para 2021 el total de usuarios de estas monedas digitales alcanzaron los 220 millones. Lo cierto es que su irrupción en el mercado generó diversos debates y cambios respecto a su uso y su papel en el mundo financiero, como así también puso en duda ciertos sistemas tradicionales de gestión de patrimonios.
Cómo la criptomoneda se adueñó del mercado digital
De utilizar un modelo tradicional, con un rol de la banca privada como uno de los protagonistas en la gestión de patrimonios, se dio paso a un nuevo esquema en el mundo de las finanzas con la creación de monedas digitales. Los parámetros son totalmente distintos a los , entonces, conocidos sin ser respaldados por una institución, sino que la confianza se basa a la red de la que se forma parte.
Pero lo cierto es que tras su gran impacto en la economía, uno de los principales debates sobre el futuro de las criptomonedas es si están destinadas a convertirse en una forma legítima de dinero o si seguirán siendo principalmente un activo de inversión especulativa. Ya que en algunos territorios su uso y comercialización no está permitida, debido a la falta de regulación.
Sin embargo, su crecimiento no disminuye pese a la falta de marco legal. ¿El motivo? Esta nueva propuesta tiene un gran atractivo que se trata de la volatilidad de sus precios, lo que es una gran oportunidad para los inversores. Y este aspecto es que le está generando un espacio a la integración al sistema financiero tradicional. Lo que generó que los bancos tradicionales, que ante este nuevo panorama se mostraron escépticos, ahora están comenzando a ofrecer servicios de custodia y negociación de criptomonedas para sus clientes.
A este punto, algunas instituciones de renombre como el Banco Central Europeo pusieron en marcha un proyecto de creación de monedas digitales, aunque aún se encuentra en fase de producción e invención, el objetivo es buscar una estabilidad las monedas fiduciarias y apelando a tener las ventajas de la tecnología, como su precio y la instantaneidad de obtenerlas.
El uso de la criptomoneda en la planeación financiera
Uno de los usos más frecuentes que se le da a la moneda digital es la inversión para la protección del patrimonio. Esto se desarrolló sobre todo en territorios que cuentan con economías inestables atravesadas por la inflación, siendo una opción accesible para invertir el capital y tener un acceso a poder realizar transacciones, sin estar bancarizado, lo que se define como una inclusión financiera, siendo que tienen accesos aquellos que antes no lo tenían a este tipo de operaciones en su formato tradicional. Con tener acceso a internet se ingresa a este mundo.
Pero si bien se puede mencionar los aspectos positivos acerca de la incorporación de un nuevo sistema financiero relacionado directamente con lo digital, se presentan diversos obstáculos relacionados con la regulación de su uso, ya que en diversos países las leyes respecto a su uso son confusas o no existen, lo que puede generar un manto de desconfianza en los inversores. Debido a que se han detectado fraudes y, estafas. También en muchas ocasiones se intentaron realizar ataques cibernéticos, lo que no se ha efectividad por la seguridad encriptada que tiene.
Por este motivo, los inversores de criptomonedas piden una coordinación entre los gobiernos para responder a estas nuevas necesidades creadas, en búsqueda de una estabilidad de este sistema financiero, que continúa siendo incierto. En la misma línea es de suma importancia el desarrollo de la educación financiera arraigada a las nuevas tecnologías.