Los últimos años, el mundo atravesó un gran cambio dado por la integración económica, comercial y cultural entre los países. Este proceso es llamado globalización, lo que facilitó una conexión entre los gobiernos y territorios, y que permitió dar un gran salto al comercio internacional. No obstante, pese a la gran evolución que se obtuvo a partir de ello, en contrapuesto, en el último tiempo, especialistas económicos expusieron sobre la presencia de la desglobalización.
Este concepto se relaciona puntualmente con la economía, en la que se indica que se habla de la búsqueda de comercios cerrados, en búsqueda de un proteccionismo nacional. El economista filipino Walden Bello, fue uno de los especialistas que popularizó este término a partir de los años 2000, para explicar el proceso en el que los países buscar minimizar la dependencia comercial global, si no fomentar el nacional.
La búsqueda de un desarrollo sin cruzar las fronteras encierra a la desglobalización, con la intención de dejar por fuera a las grandes instituciones globales como entes reguladores de la economía. No obstante, el objetivo no es que un país tenga un aislamiento completo, sino que sea capaz de tener una forma de proteger las economías locales ante crisis generadas por la interdependencia global.
Cómo la desglobalización se desarrolló ante diversos factores
En la historia de la economía se han vivido diversas crisis financieras, pero las embarcadas en la globalización dejaron en evidencia las debilidades del sistema. Por ejemplo, las tensiones geopolíticas que demuestran que como consecuencia se puede atravesar escasez de suministros, por ejemplo, Por estos motivos, algunos países comenzaron a cuestionar este tipo de comercialización, que más tarde se tradujo en un cambio en el manejo en este aspecto.
En este contexto, se pueden identificar distintos factores que impulsaron la desglobalización. A la búsqueda del proteccionismo económico nacional con el que se ven priorizando sus propias economías. Se comienzan a buscar acuerdos comerciales que consideran que le son favorables, se le puede sumar el gran crecimiento de los avances tecnológicos que permitió una apertura del mercado con una fabricación local, poniendo en segundo lugar la necesidad de acceder a otros países para suplir necesidades. De aquí, los primeros pasos de la autosuficiencia.
En esta línea, no se puede dejar por fuera los conflictos políticos entre distintos países, lo que da paso a una “guerra comercial”, que impacta directamente a distintos pactos en el mercado con un aumento de precios, escasez de bienes o productos, lo que afecta directamente a la estabilidad económica a territorios terceros al conflicto. De allí, la búsqueda de una opción para interrumpir aquella dependencia creada.
El impacto de la desglobalización en la economía mundial
Como la apertura de los mercados internacionales dio un paso importante en la economía, la desglobalización también lo hizo, partiendo de la base que nació en relación con la necesidad de las economías nacionales a buscar un resguardo. Y, por supuesto, que generó un nuevo giro.
En forma directa, puede identificar una reducción del comercio internacional. Pero también esto generó un impulso de innovación y productividad, al acceder a información de cómo desarrollarse y haber ganado experiencia en el mercado.
En cuanto a la producción, se ha destacado un aumento en los costos, debido a que las empresas buscan alternativas para obtener materias primas y componentes, en medio de un “derrumbe” comercial. En general, tiene un precio más alto, lo que se traduce a costos de producción, lo que se ve reflejado en el precio final de los productos.
En esta línea, si bien hay sectores que se benefician ante el proteccionismo del comercio nacional, aquellos que dependen de las exportaciones son los que terminan por tener grandes pérdidas, lo que se traduce a una desigualdad económica en la que se esta frente a costos más altos y menor variedad de productos.
Ante este panorama, con el avance de la desglobalización no se indica que la globalización desaparecerá por completo, sino que se podrá estar frente a un nuevo proceso en el que ciertas economías pueden encontrar el solvento propio y se lleve a realizar acciones comerciales con territorios cercanos. Lo fundamental es el poder de adaptación de los comercios, para hallar un equilibrio, para no impulsar un aislamiento económico.
